El gobierno del presidente Joe Biden sancionó a 16 funcionarios venezolanos, pero se abstuvo de apretar más las clavijas al sector petrolero cuando faltan menos de dos meses para las presidenciales estadounidenses.
La industria petrolera de Venezuela se halla bajo sanciones desde 2019. Washington las levantó parcialmente durante seis meses, pero las reimpuso en abril pasado al considerar que el mandatario Nicolás Maduro había incumplido sus promesas electorales.
Aún así otorga licencias individuales para operar en Venezuela a varias petroleras, como la estadounidense Chevron o la española Repsol y la francesa Maurel & Prom.
Este jueves volvió a castigar al entorno de Maduro, esta vez por “fraude electoral” y por reprimir a la oposición “en un intento ilegítimo de aferrarse al poder por la fuerza”.
La oposición sostiene que su candidato Edmundo González Urrutia ganó ampliamente los comicios, según las actas de votación en su poder. Estados Unidos, la Unión Europea y varios países latinoamericanos insisten en pedir a las autoridades que se publique el