La compañía ferroviaria francesa SNCF fue víctima este viernes de un «ataque masivo» para «paralizar» su red de trenes de alta velocidad, que afectó a 800.000 viajeros, a unas horas de la inauguración de los Juegos Olímpicos de París.
La SNCF «fue víctima esta noche de varios actos malintencionados, simultáneos, que afectaron a las líneas de alta velocidad Atlántica, Norte y Este», indicó el grupo ferroviario en un comunicado, en el que precisó que «se provocaron incendios voluntarios para dañar [sus] instalaciones».
Por ello, la circulación de los trenes de alta velocidad (TGV, por sus siglas en francés) en esos tres ejes se vio «muy alterada», una situación que se prolongará «al menos todo el fin de semana».
En cambio, la línea de alta velocidad del sureste no se vio afectada.
El ataque, que se produjo horas antes de la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de París, afectó a 800.000 viajeros, señaló el presidente ejecutivo de SNCF Jean-Pierre Farandou, en rueda de prensa.
Según dijo a AFP una fuente próxima al caso, se trata de un «sabotaje» coordinado, una serie de actos cometidos de forma «concertada».
«Nuestros servicios de inteligencia y nuestras fuerzas de seguridad fueron movilizados para encontrar y castigar a los autores de estos actos criminales», afirmó el primer ministro francés, Gabriel Attal.
Según dijo a AFP una fuente de seguridad, el modus operandi del ataque se parece a los que suelen poner en práctica grupos de extrema izquierda.