Perú amaneció este lunes con las banderas a media asta en señal de duelo nacional en honor al premio nobel de literatura Mario Vargas Llosa, fallecido el domingo en Lima a los 89 años, mientras en las afueras de su vivienda la gente deposita flores.
Los restos del autor de obras consagradas de la literatura universal como “Conversación en la catedral”, su obra maestra, o “La guerra del fin del mundo” y “La fiesta del chivo” son velados en privado, por deseo expreso de Vargas Llosa, y serán incinerados.

El Comité del Premio Nobel recordó este lunes que lo galardonó con el Nobel de Literatura en 2010 “por su cartografía de las estructuras de poder y sus imágenes mordaces de la resistencia, la revuelta y la derrota del individuo”.
“En la década de 1960, la literatura latinoamericana experimentó un rápido período de desarrollo que ha llegado a ser llamado El Boom, y Vargas Llosa estuvo en el corazón de esta explosión”, destacó el Comité en la red social X.

“Uno de sus mejores hombres”La presidenta peruana Dina Boluarte, vestida con un traje negro, se apersonó al velorio en la vivienda de la familia Vargas Llosa para dar el pésame a nombre del gobierno.
Boluarte fue recibida en la puerta del edificio por el hijo mayor del escritor, Álvaro Vargas Llosa. Un largo abrazo precedió el ingreso, rodeados de la seguridad presidencial y periodistas.
“No tengo otra cosa que decir que Perú ha perdido a uno de sus mejores hombres, y nosotros a un ser infinitamente querido al que vamos a echar de menos”, declaró el hijo de Vargas Llosa.
La familia no indicó la hora ni las causas del deceso, pero el laureado escritor tenía su salud resquebrajada desde que volvió a la capital peruana en 2024 tras dejar Madrid.
Al velorio privado llegaron familiares y amigos. Una media docena de arreglos con flores blancas fueron dejados en el edificio ubicado en el barrio bohemio de Barranco frente al océano Pacífico.
En la noche, algunos admiradores se habían acercado al edificio, llevando sus obras en la mano.
Vargas Llosa “es un ejemplo que muestra que uno puede vivir haciendo lo que más le apasiona, y en su caso ha sido la literatura”, resaltó a la AFP David Marreros, un artista plástico de 30 años.
El pesar era evidente en Gustavo Ruíz, un filósofo, quien se secaba algunas lágrimas “porque para mí fue un referente muy importante que decía que la literatura le había salvado la vida”.

La bandera de Perú lucía a media asta en municipios, cuarteles militares y policiales e instituciones públicas en acatamiento del duelo nacional decretado por el gobierno para este lunes.
En Lima, las librerías abrieron colocando en primer plano en sus vitrinas las obras de Vargas Llosa, las cuales ofrecían con descuentos.