El presidente de Francia, Emmanuel Macron, aceptó la dimisión de su primer ministro, Gabriel Attal, según informó el martes el Palacio del Elíseo.
La renuncia de Attal, un político del propio partido de Macron, coloca al sistema político francés en aguas inciertas, sin un reemplazo claro a la vista tras la elección de un parlamento sin mayoría.
Attal presentó su dimisión tras la segunda vuelta de las elecciones legislativas del 7 de julio, en las que Macron y el partido de Attal quedaron en segundo lugar. Macron le pidió que permaneciera temporalmente en el cargo.
Hasta que se nombre un nuevo gobierno permanecerá un gobierno interino, que deberá manejar el funcionamiento diario del país y responder a las emergencias, pero sin poder para promulgar reformas legislativas.
“Para que este período termine lo más rápido posible, corresponde a las fuerzas republicanas trabajar juntas para construir la unidad en torno a proyectos y acciones al servicio del pueblo francés”, añadió el Elíseo en su comunicado de este martes.
Según la constitución francesa, el presidente es el encargado de designar al primer ministro; sin embargo, la constitución no detalla cómo ni el plazo dentro del cual el presidente debe hacerlo.
Por otra parte, los legisladores franceses se reunirán el jueves para elegir al presidente de la Asamblea Nacional, en dos votaciones que requerirán la mayoría del organismo de 577 escaños. Si las dos primeras votaciones no eligen a nadie, el candidato con mayor apoyo en el parlamento será elegido en una tercera votación.
Tras su dimisión, Attal y sus compañeros ministros, que son legisladores, podrán votar en la elección del presidente de la Asamblea Nacional, lo que podría proporcionar votos clave en el cuerpo dividido.
El presidente de la asamblea ocupa un cargo comparable al de presidente de la Cámara de Representantes, organizando la agenda legislativa y dirigiendo el nombramiento de puestos clave en la comisión.
vía: CNN
