Las tormentas severas parecen no dar tregua a Texas, que este martes fue azotado con vientos dañinos y granizo, mientras que gran parte de Estados Unidos se recupera del clima severo que dejó al menos 23 muertos durante el fin de semana festivo por Memorial Day en Texas, Oklahoma, Arkansas y Kentucky.
“Se me vino el mundo abajo. De ver todos los esfuerzos que hicimos para poder estar aquí, para poder tener algo para mis hijas y de un día para otro se nos fue todo”, expresó a Noticias Telemundo Cecilia Sánchez, frente a los escombros de lo que alguna vez fue su hogar.
Al menos 25 tornados desataron su furia dejando muerte y destrucción a su paso, lo que llevó al gobernador de Texas a declarar estado de desastre en 106 condados.
Las tormentas también dejaron a medio millón de hogares y empresas sin electricidad en el Centro y Sur de Estados Unidos. En Dalllas y Fort Worth, casi 600,000 clientes se quedaron sin electricidad el martes, según PowerOtage.us, en medio de una ola de calor opresiva.
La fuerza de los tornados que azotaron Texas fue tal, que levantaron camiones y vehículos pesados.
Harold Brooks, científico principal del Laboratorio Nacional de Tormentas Severas en Norman, Oklahoma, dijo a The Associated Press que un patrón persistente de aire cálido y húmedo es el culpable de la serie de tornados de los últimos dos meses.
Ese aire se encuentra en el borde norte de una cúpula de calor que eleva las temperaturas que normalmente se observan en pleno verano o hasta finales de mayo.
