Elon Musk demandó a OpenAI y sus cofundadores Sam Altman y Greg Brockman tras afirmar que la compañía incumplió su acuerdo inicial al buscar ganancias en lugar de apegarse a la misión fundacional de desarrollar sin ánimo de lucro una inteligencia artificial que beneficie a la humanidad.
En la demanda presentada la tarde del jueves en un tribunal de San Francisco, Musk, un cofundador y de los primeros colaboradores de OpenAI, afirmó que Altman y Brockman lo convencieron de ayudar a fundar y financiar la empresa en 2015 con la promesa de que no tendría ánimo de lucro. El Estatuto Fundacional obliga a OpenAI a poner su tecnología “a libre disposición” del público, añadió la demanda.
La demanda también hace referencia a la estrecha alineación entre Microsoft y OpenAI y afirma que OpenAI se ha convertido en un modelo con ánimo de lucro concentrado en comercializar su investigación de inteligencia artificial general (AGI) tras asociarse con Microsoft que ha invertido alrededor de 13.000 millones de dólares en la empresa.
“Sin embargo, en realidad OpenAI, Inc. se ha transformado en una filial de código cerrado de facto de la mayor empresa tecnológica del mundo: Microsoft. Bajo su nueva junta, no sólo está desarrollando, sino que está refinando una AGI para maximizar los beneficios para Microsoft, en lugar del beneficio para la humanidad”, se indicó en la demanda, la cual añadió que “esta es una clara traición del Estatuto Fundacional”.
Musk también afirma que OpenAI y Microsoft han licenciado GPT-4 a pesar de acordar que las capacidades de AGI de OpenAI permanecerían dedicadas a la humanidad.
A través de la demanda, Musk busca obligar a OpenAI a apegarse a su misión original e impedir que monetice tecnologías desarrolladas bajo su misión sin afán de lucro.
Musk pide contabilizar y regresar los donativos destinados a financiar su investigación orientada el público si ahora opera para conseguir ganancias privadas.
Musk dejó la junta de OpenAI en 2018. De acuerdo con la denuncia legal, Musk donó más de 44 millones de dólares a la empresa sin afán de lucro entre 2016 y septiembre de 2020. Durante los primeros años, fue el mayor contribuyente de la empresa. A fines de 2022, el lanzamiento de ChatGPT por parte de OpenAI desencadenó una carrera armamentista de inteligencia artificial.
“Me cae bien el tipo. Creo que está totalmente equivocado al respecto”, dijo Altman al abordar las recurrentes dudas de Musk en una conferencia el año pasado. “Él puede decir lo que quiera, pero yo estoy orgulloso de lo que estamos haciendo y creo que vamos a hacer una contribución positiva al mundo y trato de estar por encima de todo esto”.
Elon Musk demanda a OpenAI y Sam Altman por incumplir acuerdo inicial al buscar lucro.
