El azolvamiento está reduciendo alarmantemente el caudal del estero de la Barra de Santiago, en Jujutla, Ahuachapán, afectando el hábitat de la zona.
Los residentes afirmaron que la gran cantidad de bancos de arena que se han formado en los últimos años por causa de las corrientes de marea y de los sedimentos que arrastran más de diez ríos que desembocan en el estero, están acabando con él.
De acuerdo con los pobladores, el estero comenzó a reducir su caudal hace más de 40 años, y en un inicio intentaron extraer los sedimentos con herramientas manuales; sin embargo, aseguraron que les fue imposible.
Agregaron que antes la profundidad del estero alcanzaba hasta los 20 metros, pero ahora no sobrepasa los cinco metros en las partes más hondas; mientras que otras áreas ya están completamente secas. Los habitantes recordaron que hace algunos años la organización Salvanatura realizó un estudio que determinó que al año se acumulaban 500 toneladas de arena en el sector.
Además de los daños al medio ambiente, los lancheros y pescadores aseguraron que también están siendo muy afectados en sus fuentes de ingresos ya que muchas veces no pueden circular con sus embarcaciones debido a la obstrucción de los cauces naturales, como en el caso del antiguo embarcadero.
Dijeron que son más de 100 familias, entre lancheros, pescadores y comerciantes los directamente afectados por la situación del estero.
Al respecto, Marcela Díaz, bióloga de la Unidad Ecológica Salvadoreña (UNES), dijo que el azolvamiento causa cambios en el hidroperiodo, que es el tiempo en el que el agua se mantiene en el manglar, así como cambios en la composición de la calidad del suelo, lo que implica de manera negativa una pérdida de la biodiversidad de especies, tanto flora como fauna, ya que suben los niveles de salinidad y disminuye el oxígeno. Recomendó el desazolve artesanal, ya que aunque el proceso es más lento tiene una tasa de éxito muy alta debido a que al recuperar el flujo hídrico normal el ecosistema se recupera solo.
vía: LPG
