China exigió hoy a Estados Unidos no entrometerse en los asuntos internos de Cuba y lo acusó de propagar calumnias, al rechazar un reporte sobre la supuesta construcción de un centro de espionaje en la isla caribeña.
Wang Wenbin, vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores, denunció que difundir rumores y la difamación se convirtieron en prácticas muy comunes de Washington, pues lo usa para inmiscuirse en cuestiones de otras naciones y así se cree con derecho de monitorear todo lo que pasa en el mundo
Criticó al país norteamericano por mantener abierta una prisión dentro de un territorio ocupado a Cuba, formar parte de actividades encubiertas y cometer crímenes contra la mayor de la Antillas por más de seis décadas.
El portavoz de la Cancillería urgió a Estados Unidos a reflexionar sobre sus acciones y abandonar la injerencia bajo el pretexto de defender la libertad, la democracia y los derechos humanos.
También lo instó a escuchar el reclamo internacional y levantar el bloqueo inmediatamente el bloqueo económico, financiero y comercial, además de contribuir a mejorar las relaciones con La Habana porque beneficiaría a ambas partes y a la paz y la estabilidad de la región.
Wang se pronunció así al oponerse a la publicación del diario estadounidense The Wall Street Journal sobre un supuesto acuerdo entre Cuba y China en materia militar, para la instalación de una base de espionaje.
Ayer la Cancillería del país antillano catalogó ese reporte de «información totalmente mendaz e infundada».
El viceministro de Relaciones Exteriores de la isla Carlos Fernández de Cossío subrayó que son falacias promovidas con la pérfida intención de justificar el recrudecimiento sin precedentes del bloqueo económico de Washington contra la nación caribeña y las campañas de desestabilización.
Se trata de engañar a la opinión pública de Estados Unidos y del mundo, remarcó el diplomático, y añadió que son calumnias fabricadas con frecuencia por funcionarios estadounidenses, “aparentemente familiarizados con información de inteligencia”.
En tal sentido puso como ejemplo las referidas a los supuestos ataques acústicos contra el personal diplomático norteamericano en La Habana, la falsedad sobre una inexistente presencia militar cubana en Venezuela y la mentira sobre la existencia imaginaria de laboratorios de armas biológicas.
“Con independencia de los derechos soberanos que tiene Cuba en materia de defensa, nuestro país es firmante de la Declaración de América Latina y el Caribe como Zona de Paz, suscrita en La Habana, en enero de 2014. En virtud de ella, rechazamos toda presencia militar foránea en la América Latina y el Caribe”, enfatizó.
En concordancia con estos principios, la isla también repudia las numerosas bases y efectivos militares estadounidenses en la región, en especial la que actualmente ocupa de forma ilegal una porción del territorio cubano en la provincia de Guantánamo, añadió.
“La hostilidad de Estados Unidos contra Cuba y las medidas extremas y crueles que provocan daño humanitario y castigan al pueblo cubano no pueden justificarse de manera alguna”, acotó el diplomático.