((( Por Óscar Machón 📸 )))
En el marco de conmemorar este 22 de abril el Día de la Tierra, 13 sistemas comunitarios en Suchitoto, Cuscatlán, denunciaron la crisis hídrica que enfrentan en sus comunidades.
El deterioro de sus ecosistemas ante la tala indiscriminada, contaminación de afluentes y quemas descontroladas afectan a más de 4 mil familias que habitan en la zona.
La situación ha desmojorado para la vida de los pobladores con la llegada de granjas porcinas y avícola, las cuales extraen enormes cantidades de agua para realizar su operación, dejando sin reserva a las comunidades y el daño más visible es la mala gestión que hacen estas granjas con sus desechos de animales que son vertidos a las quebradas y ríos de dónde las comunidades obtienen su agua.
Lorena Martinez, presidenta de Cripdes, señaló que “este es un buen día para poner en práctica el cuidado del medio ambiente”, es por ello que la organización que dirige está constantemente apoyando a las comunidades de Suchitoto y desarrolla con ellas un programa de atención jurídica para que puedan preparar y solventar la problemática de legalización que padecen algunas comunidades que construyeron sus pozos en terrenos no legalizados y al cumplir con los requisitos poder presentar su inscripción a la Autoridad Salvadoreña del Agua ( ASA ).
Francisco Martínez , líder comunitario acotó que no han tenido acercamiento con las autoridades o gobierno local y esperan que cuándo se de el traspaso de mando en la alcaldía se puedan acercarse para plantear sus preocupaciones, además recalcó que con la Autoridad Salvadoreña del Agua (ASA) se han reunido pero que no han trasladado la debida información.
Francisco Martinez explicó que las zonas de recarga hídrica afectadas son la parte alta que comprende el cerro Tecomatepe y esa área está siendo deteriorada por tala de árboles de dos empresas que se han establecido en el lugar; la otra zona de importante de recarga hídrica es la zona baja que comprende el cerro de Guazapa, dónde cuatro empresas están afectado el sitio.
“Nos sentimos preocupados porque están viniendo granjas ha apoderarse de nuestra agua, hacen profundos pozos y a nosotros el agua ya no nos baja, además que nos contaminan nuestras quebradas y ríos”, manifestó Don Domingo Rafael Orellana, de comunidad La Pita.
Otro dato que indica que los pozos se están secando es el racionamiento del vital líquido que se tiene que hacer, por ejemplo el pozo que bombea a Milingo, ahora debe suministrar el servicio de agua a esa comunidad cada dos días porque el pozo ha bajado su nivel de reserva.
La lucha por el agua es una amenaza que afecta a corto y largo plazo a las comunidades, la organización les permite cumplir con los reglamentos y leyes establecidas, pero también les concede el conocimiento de sus derechos constitucionales y universales para exigir el acceso al agua potable.
