El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) anunció este lunes el cierre de su misión permanente en Managua. La decisión fue forzada por un «pedido” de la dictadura de Daniel Ortega, pero las razones tras la solicitud no han sido reveladas por la CICR.
“Por pedido de las autoridades nicaragüenses, el CICR ha cerrado su oficina en Managua, terminando así su misión humanitaria en el país”, informó en un comunicado el organismo humanitario.
Pese a la expulsión, la delegación de la CICR para México y América Central reiteró su «disponibilidad para reanudar su diálogo y acción humanitaria en Nicaragua».
El CICR en el 2018 recibió la autorización del régimen para abrir una misión en Nicaragua la cual estaba enfocada en “objetivos exclusivamente humanitarios”.
En enero del 2019 estableció una misión permanente en Managua y en marzo de ese mismo año formalizaron con las autoridades de Nicaragua un acuerdo para visitar a personas detenidas.
En marzo de 2022, el régimen expulsó de Nicaragua al delegado residente para Nicaragua del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Thomas Ess. El régimen no reveló las razones de la decisión, la cual en ese momento tomó por sorpresa a las autoridades del CICR.
El CIRC tuvo una participación activa durante las liberaciones de los primeros detenidos tras la rebelión de abril de 2018.
LABOR HUMANITARIA
La CICR explica que el trabajo que realizaban en Nicaragua estaba centrado en apoyar a la Cruz Roja Nicaragüense para brindar servicios de Restablecimiento del Contacto entre Familiares y para fortalecer su labor humanitaria en favor de las personas más vulnerables.
Además de prevenir y atender consecuencias humanitarias de la privación de la libertad; y actividades de formación sobre el derecho internacional humanitario, el marco jurídico aplicable a las tareas en las que participan las fuerzas armadas y de seguridad, y el derecho internacional de los derechos humanos.
La CICR señala que opera en más de 80 países donde realiza labores humanitarias exclusivamente y se apega a sus principios de humanidad, neutralidad, imparcialidad e independencia.
“A través de la acción directa y de un diálogo bilateral y confidencial con autoridades, personas afectadas por consecuencias humanitarias, y otros interlocutores clave, el CICR trabaja en la promoción de entornos respetuosos de la vida y dignidad humana”, detalla.
La CICR fue fundada en 1863, es una organización internacional humanitaria, independiente, neutral e imparcial que brinda protección y asistencia a las víctimas de conflictos armados y otras situaciones de violencia.
La institución de ayuda tiene más de 20 mil colaboradores que trabajan en más de 100 país del mundo y es parte del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, la red humanitaria más amplia y antigua del mundo y trabaja mano a mano con sus socios nacionales de la Cruz Roja para ampliar su labor.
