El informe “Mujeres en crisis: la vida en contextos de movilidad en la región de Centroamérica y México” de la organización Plan International afirma que una de cada cinco 19.1 %) de adolescentes en Centroamérica y México piensa que la violencia sexual y de género es un motivo para migrar.
“Mujeres adolescentes enfrentan día tras día amenazas que ponen su vida en riesgo al momento de migrar en Centroamérica. Estamos trabajando en una respuesta que proteja a las familias y principalmente a las adolescentes en estos contextos para prevenir la violencia, el abandono escolar y los riesgos durante el desplazamiento”, comentó Débora Cóbar, directora regional de Plan International para las Américas y el Caribe.
En el caso de El Salvador, las adolescentes señalaron que es predominante la violencia sexual en el espacio comunitario por personas desconocidas y la violencia física (sin carácter sexual) ejercida por los hombres. En este contexto, las mujeres deciden migrar lo que también implica que abandonan sus estudios.
“El 19.1 % de las adolescentes encuestadas piensa que la violencia sexual o por razón de género es motivo para migrar; un 1.6 % más que el total de la población encuestada. Además, el porcentaje varía según el país. El 29.8 % de las adolescentes encuestadas en los cuatro países piensa que la violencia puede ser motivo para migrar dependiendo del género”, señaló el informe de Plan Internacional.
No solo la violencia directa en los entornos familiares, comunitarios y educativos es el factor que lleva a las adolescentes a migrar, sino también la falta de oportunidades económicas y educativas.
Otros de los factores que conducen al abandono escolar son la violencia social y de género, señalada por un 22 % de las encuestadas; los matrimonios forzados, que afectan a un 20 % de las mujeres entre 20 y 24 años en la región; los embarazos precoces, el mandato de género asociado a los cuidados o la necesidad prioritaria de trabajar para generar ingresos.
El 45,7% de las adolescentes señalan la falta de empleo como motivo para migrar, seguidas por la violencia (19,1 %), la dificultad para acceder a la educación (11,7 %) y la inseguridad (7,4 %).
“Mi papá era violento, nos pegaba mucho todo el tiempo y llegó a abusar de nosotras, de mi hermana y de mí, por eso nos venimos, para que ya no volviera a suceder, nos salimos con mis otros hermanos y mi tía y acá ya nos sentimos mejor, más tranquilas”, dice una adolescente hondureña entrevistada en México y que recoge el informe de Plan Internacional.
Cuatro de cada diez adolescentes identificaron la violencia social o comunitaria como un problema cotidiano en su comunidad y que afecta en mayor medida a los y las adolescentes que al resto de la población. Mientras que el 14 % considera que afecta de manera diferente a adolescentes mujeres y hombres.
El informe reveló que además de los diferentes tipos de violencia que enfrentan las adolescentes en el trayecto migratorio, estas también son vulneradas en sus derechos sexuales y reproductivos.
“El hecho de menstruar o viajar embarazada implica riesgos adicionales y dificultades que pueden incluso atentar contra la vida de las mujeres, como en el caso de mujeres con embarazos de alto riesgo o mujeres que sufren abortos durante los trayectos migratorios”, reza el documento que lamenta la falta de mecanismos eficaces de denuncia.
vía: LPG
