En la región montañosa compartida por México y Guatemala, una creciente actividad de células criminales ha desencadenado una situación de crisis, dejando a miles de familias desplazadas y comunidades enteras en estado de vulnerabilidad.
Ante esta emergencia, los presidentes Andrés Manuel López Obrador de México y Bernardo Arévalo de Guatemala, tienen previsto reunirse el próximo 17 de mayo para abordar temas cruciales relacionados con la seguridad fronteriza y la migración.
En el municipio de Chicomuselo, en la región Sierra de Chiapas, fronterizo con Guatemala, habitantes de al menos tres comunidades han reportado una serie de problemas graves en las últimas horas.
Según testimonios de afectados de los ejidos Nueva Morelia, Piedra Labrada y Lázaro Cárdenas, el suministro de energía eléctrica y telefonía celular ha sido interrumpido por grupos criminales en disputa por el control del territorio.
Los problemas de comunicación han generado una creciente incertidumbre entre los habitantes de estas comunidades, quienes no pueden verificar si los enfrentamientos han escalado desde la noche del lunes, cuando comenzaron las dificultades para comunicarse con el exterior.
Este martes, 14 de mayo de 2024, se cumplen cinco días desde que la ola de inseguridad golpeó la región de Chicomuselo, sin que las fuerzas de seguridad hayan podido ingresar a la zona debido a caminos bloqueados y rutas inaccesibles.
La población de Chicomuselo y áreas circundantes vive con el temor constante de ser víctimas de la violencia desatada por estas células criminales, y esperan que la reunión entre los presidentes de México y Guatemala pueda ofrecer soluciones concretas para restablecer la paz en la región.
