En el país se han aplicado diferentes medidas de seguridad extraordinarias, mismas que han generado un clima de aparente calma entre la población, aunque los crímenes comunes siguen ocurriendo a diario.
Los datos de las encuestas de Calidad de Vida 2022, hechos en la mayoría de municipios del Gran San Salvador, por el observatorio ciudadano El Salvador Cómo Vamos, muestran como estos delitos comunes están afectando a la población.
En general, un 40% de los entrevistados señaló que “el delito más grave” de sus vidas ocurrió en el interior de su comunidad.
Al analizar los resultados por municipio, se expone que en Nejapa el 50% de los encuestados dijo que fue víctima del delito en su colonia.
En Cuscatancingo el porcentaje bajó a 45%, mientras que Soyapango y San Salvador reflejaron 39% en cada uno.
A raíz de la experiencia frente al delito, el 28% de los hogares modificó sus hábitos o actividades debido al clima de inseguridad; las principales medidas fueron dejar de salir por la noche, evitan transitar por ciertas zonas consideradas como de alto riesgo y también han evitado los lugares de esparcimiento público debido al acceso que tienen los miembros de estructuras criminales y otros delincuentes sumado a la poca vigilancia por parte de las autoridades.
Un 52.50% de los encuestados fue víctima de robo, un 10% de amenazas y un 8.67% afirmó haber sido víctima de extorsión o renta en el interior en su comunidad, mientras que el 6.67% han sido víctimas de abuso sexual.
Según los datos, los principales delitos que afectaron a los encuestados fueron robo en un 52.50%, seguido por amenazas otro 10% y también un 8.67% afirmó haber sido víctima de extorsión o renta en el interior de su comunidad.
El 50% de los participantes dijeron sentirse poco seguros o inseguros al estar en un parque o zona verde de su comunidad, según la medición que se hizo en 11 municipios del Gran San Salvador en 2022.
Otra de las situaciones que genera mayor incomodidad para los ciudadanos en el interior de su comunidad es la existencia de personas drogadictas o vagos; principalmente en Tonacatepeque en donde el 56% expuso la situación, en Apopa fue el 53%, y en Nejapa y Ayutuxtepeque el 50%.
Las casas en abandono y que pueden ser usurpadas por miembros de estructuras criminales también es una de las preocupaciones de los residentes de Tonacatepeque con el 31%, Ilopango con el 27%, así como Cuscatancingo y Ayutuxtepeque con el 23%.
Mientras que un porcentaje que no supera el 2% de la población encuestada prefirió no entrar en detalles sobre el tema de seguridad.
vía: elsalvador.com