La comedia guatemalteca está de luto este jueves, al confirmarse el deceso del conocido comediante guatemalteco Rafael Antonio Hernández Salguero, conocido como “Velorio”.
El deceso lo confirmó don César Hernández, hermano del cómico quien indicó que falleció por quebrantos en su salud, lo cual ya lo venía padeciendo desde hace algún tiempo.
La noticia impacta al público guatemalteco, ya que el artista era un personaje muy querido y se hizo popular por su repertorio de chistes, los cuales son replicados en las familias guatemaltecas.
¿Quién era Velorio?
Rafael Hernández nació el 9 de octubre de 1939 en la ciudad de Guatemala, y una buena parte de su infancia la vivió en Zacapa; pero a los 7 años se trasladó a la ciudad capital junto a su familia y vivió en el Centro Histórico.
Su infancia fue difícil debido a la economía en su hogar, por lo que en entrevistas en las que habló sobre su vida indicaba que tuvo que trabajar desde muy pequeño, incluso en sus inicios lustró zapatos, también fue vendedor de números de lotería y periódicos.
A los 15 años su talento para la comedia se fue descubriendo, ya que en su escuela, solía contar los chistes que había escuchado en toda su vida, la mayoría y los mejores en los velorios, de ahí su nombre.
También era poeta, con 18 años leía y leía tanta poesía que daba recitales. Los poemas que leía se los aprendía en una noche y de esa manera, comenzó a cultivar su identidad.
Fuente de inspiración
Su fuente de inspiración para ser parte del mundo artístico fue su hermano, Jorge Armando Hernández Salguero. Él fue su maestro y guía, por lo que comenzó a ir al teatro, a la radio y a trabajar disfrazado como payaso; ya que también tenía el don de imitar.
De esta manera incursionó en el teatro, especialmente para niños; pero se dio cuenta de que lo suyo era la comedia.
Su primer actuación la realizó en el departamento de Totonicapán, al lado de Alicia Azurdia y fue una noche de éxito; y de ahí lo comenzaron a contratar.
Entre los proyectos más importantes está el disco que grabó recreando las experiencias que conoció en los velorios; los rezos, los cantos, los chistes; lo cual logró terminar y causar impacto en la historia de la comedia guatemalteca.
En sus últimos años velorio se retiró de los escenarios para dedicarse a su familia, los negocios familiares y a seguir contando chistes.