Jurado determina que Trump agredió sexualmente a E. Jean Carroll, en decisión sobre juicio civil

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Un jurado federal en Manhattan determinó que el expresidente Donald Trump abusó sexualmente de la columnista E. Jean Carroll en el vestidor de una tienda de lujo en Nueva York durante la primavera de 1996. La decisión representa una derrota significativa para Trump.

Los miembros del jurado, seis hombres y tres mujeres, llegaron al veredicto después de deliberar poco más de dos horas y media. En su decisión, le otorgaron a Carroll US$ 5 millones en daños por agresión sexual y difamación.

Carroll demandó a Trump por agresión sexual y difamación, al señalarlo de haberla violado en el probador de la tienda Bergdorf Goodman en Manhattan en la primavera de 1996, y de luego haberla difamado años después cuando hizo públicas las acusaciones. El expresidente siempre negó las acusaciones.

Trump no asistió al juicio ni testificó en el proceso. Como cualquier acusado en un caso civil, no está obligado a comparecer ante el tribunal, y tiene derecho a no testificar en su propia defensa.

Minutos después de conocerse la decisión del jurado, Trump se pronunció en su red social Truth Social y calificó el veredicto de una “desgracia total”. También aseguró que era “una continuación de la cacería de brujas más grande de todos los tiempos”. Volvió a afirmar que no sabía quién era Carroll. Su portavoz Steven Cheung también proporcionó un comunicado que empezó aseverando que “la interminable caza de brujas del presidente Trump por parte del Partido Demócrata alcanzó un nuevo mínimo”.

Sin proporciona evidencia, Cheung vinculó el veredicto con la contienda electoral de 2024: “No se equivoquen, todo este caso falso es un esfuerzo político dirigido contra el presidente Trump porque ahora es un favorito abrumador para ser elegido presidente de Estados Unidos una vez más”.

Cabe recordar que este no es un juicio penal. En una demanda civil, como la de Carroll, el jurado debía determinar si el equipo legal de la columnista demostró que Trump cometió agresión contra Carroll por una preponderancia de la evidencia.

¿De dónde viene la demanda de Carroll?

E. Jean Carroll presentó la demanda en noviembre pasado bajo la Ley de Sobrevivientes Adultos de Nueva York de 2022, que abrió una ventana retrospectiva para acusaciones de agresión sexual como la de Carroll con plazos de prescripción vencidos hace mucho tiempo.

La excolumnista de Elle presentó su historia por primera vez en junio de 2019 al publicar un extracto de su libro “Para qué necesitamos a los hombres” en la revista New York Magazine, antes del lanzamiento del libro.

“Y, aunque se supone que no debo decirlo, lo haré. Esta mujer no es mi tipo”, escribió Trump en Truth Social ante la acusación.  “Mientras tanto, y para que conste, E. Jean Carroll no está diciendo la verdad, es una mujer con la que no tuve nada que ver, no conocí y no tendría ningún interés en conocerla si alguna vez tuviera la oportunidad. Ahora todo lo que tengo que hacer es pasar por más años de tonterías legales para limpiar mi nombre de los ataques falsos de ella y su abogado contra mí. ¡Esto solo le puede pasar a ‘Trump’!”, dijo.

Esta declaración sobre “el tipo” de Trump fue central en el juicio que se desarrolló en Manhattan.

La demanda argumentó que la negación de las acusaciones que hizo Carroll fue difamatoria y le causó daños emocionales, de reputación y profesionales.

Así relató Carroll la agresión sexual

La semana pasada, Carroll testificó en el juicio sobre lo que ocurrió en 1996, con detalles escalofriantes.

“Estoy aquí porque Donald Trump me violó. Y cuando escribí sobre eso, él dijo que no había sucedido”, sostuvo Carroll. “Él mintió y destrozó mi reputación, y estoy aquí para tratar de recuperar mi vida”.

En la demanda que presentó, Carroll dice que ella le ayudó a Trump a hacer compras para “una niña”, luego de que él la reconociera saliendo de la tienda.

“¡Oye, tú eres la señora de los consejos!”, le dijo a ella, según la demanda. “¡Oye, eres ese magnate de los bienes raíces!”, le respondió.

En el estrado, Carroll recordó estar “encantada” de ir de compras con Trump, pensando que sería una gran historia que contar a sus amigos.

“Fue una escena neoyorquina muy divertida”, dijo Carroll que pensó en ese momento. “Me encanta dar consejos y aquí estaba Donald Trump pidiéndome consejo sobre la compra de un regalo”.

No tenía ningún miedo de Trump, que se mostró amable y muy divertido. “Estaba absolutamente encantada, solo podía pensar en una escena que es una gran historia”, dijo Carroll.

El tono de su conversación fue “muy jocoso y ligero” mientras avanzaban por la tienda.

Carroll estaba demasiado concentrada en Trump como para fijarse en nadie más una vez que tomaron las escaleras eléctricas en el primer piso, declaró.

“No estaba mirando, estaba observándolo a él y vigilando que no me cayera cuando la escalera eléctrica llegara arriba”.

Carroll recordó que probablemente estuvo coqueteando con Trump todo el tiempo antes de la supuesta agresión, sin pensar que fuera algo íntimo o serio.

Cuando los dos se dirigieron al departamento de lencería, Carroll dijo que “la comedia se estaba intensificando”, pero nunca se le ocurrió que Trump pudiera intentar violarla.

Trump se fijó en un body gris transparente y le dijo a Carroll que se lo probara. Ella le dijo en broma que se lo probara él. Carroll no tenía intención de probarse la lencería, declaró, pero siguió el gesto de Trump hasta el vestidor pensando que el momento podría ser una escena divertida de “Saturday Night Live”.

“No me imaginaba nada de lo que estaba a punto de ocurrir”, dijo . “Esa puerta abierta me ha atormentado durante años porque simplemente entré”.

Carroll relató cómo Trump supuestamente la empujó contra la pared a pesar de sus forcejeos y finalmente introdujo sus dedos y luego su pene dentro de ella.

Recordó el dolor que sintió en la nuca y en la vagina.

Carroll, notablemente conmovida en el estrado, hizo una larga pausa cuando su abogado le preguntó qué hizo después de que Trump presuntamente la forzara.

“Cuando me preguntan qué hice en ese momento”, dijo Carroll, tartamudeando entre lágrimas, “siempre pienso… siempre pienso por qué entré allí para ponerme en esa situación. Pero estoy orgullosa de decir que salí, levanté la rodilla y lo empujé”.

Carroll también habló sobre la atención que ha representado para su vida esta demanda.

“No me gusta particularmente la atención que recibo porque demandé. Llamar la atención por haber sido violada no es… es difícil. Llamar la atención por hacer una gran ensalada de tres frijoles, eso sería bueno”, añadió.

Cuando Ferrara le preguntó si se se arrepentía de la demanda, ella respondió: “Alrededor de cinco veces al día. No es agradable recibir amenazas”.

“Él me violó, haya yo gritado o no”

Durante el juicio, E. Jean Carroll también enfrentó el contrainterrogatorio de los abogados de Trump.

Joe Tacopina, defensor del expresidente, preguntó de manera reiterada la razón por la que la columnista no gritó durante los cerca de tres minutos de la violación, o incluso después.

“No suelo gritar”, testificó Carroll ante la corte en Manhattan. “Tenía demasiado pánico para gritar”.

Y añadió: “No me pueden castigar por no gritar. Las mujeres que no hablan (de sus violaciones), una de las razones por las que no lo hacen es porque se les pregunta por qué no gritaron. Algunas mujeres gritan, otras no. Eso hace que las mujeres guarden silencio”.

Luego, de manera emotiva, Carroll le enfatizó a Tacopina: “Le estoy diciendo: él me violó, haya yo gritado o no. No necesito una excusa para no gritar”.

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