Líderes comunitarios se reunieron ayer por la mañana para denunciar las afectaciones que provoca a su salud un incendio originado a inicios de semana en el botadero de basura de la alcaldía municipal de San Miguel, ubicado en el municipio de Uluazapa.
Los denunciantes señalaron que el humo y las cenizas han alcanzado ya a más de cinco comunidades tras 24 horas de quema. Afirman que pese a haber solicitado la ayuda de bomberos para sofocar el siniestro, el incendio se reactivó horas más tarde debido a que el calor hace que exploten los desechos inflamables en el lugar.
Algunos pobladores han tenido que evacuar sus viviendas debido al humo.
“Queremos que esto lo quiten porque ya son más de 35 años de estar tragando humo, ya no; hay bastante gente con insuficiencia renal; por cierto, mi hijo está grave de eso a sus 28 años ya tiene 3 años de estar haciendo diálisis ya no puede ni caminar. Ahí en el caserío Agua Salada hay personas que tienen hasta dañados los pulmones”, expresó Juana Flores, representante del caserío Agua Salada.
Los lugareños reclaman a la municipalidad de San Miguel debido a que debe tener control de los botaderos de basura de la zona. No descartan que el incendio haya sido provocado.
Como comunidad, se han unido para solicitar el apoyo al alcalde electo de San Miguel Centro, Álex Torres, y al diputado Reynaldo Carballo para que envíen personal a clausurar ese relleno sanitario y que traslade el botadero hacia otro sector que no esté habitado. Ante la contaminación del aire, las personas en el lugar deben portar mascarilla.
Como Comité Intersectorial solicitaron al Ministerio de Salud una brigada médica para el Centro Escolar La Peñita de Uluazapa, para atender ahí a las personas afectadas por la contaminación, entre ellas de los sectores más vulnerables.
Dicha escuela tuvo que suspender temporalmente clases debido a los problemas respiratorios que afectaban a los niños.
Pese a estos esfuerzos no todas las personas lograron recibir asistencia médica debido a la distancia, por lo que los habitantes también solicitan la instalación de una clínica porque la zona carece de ese recurso ante la falta de proyectos.
“Ahora con el aumento de las temperaturas y el incendio esto se ha convertido en un horno, sumado al agua contaminada, la calidad de vida que tenemos es muy limitada; la gente se muere antes de llegar a los 80 años”, explicó Leonel Álvarez, habitante afectado.
Previamente solicitaron hacer campañas médicas en esas comunidades cada dos meses debido a los casos de enfermedades gastrointestinales, renales y respiratorias que la población padecen sobre todo niños y adultos mayores.
Otro reclamo de los lugareños es que por mucho tiempo solicitaron a la comuna un proyecto de agua potable; sin embargo, afirman que nunca fueron escuchados.
vía: elsalvador.com
