Las inundaciones causadas por lluvias torrenciales en el norte de Italia dejan ya al menos nueve muertos, decenas de desaparecidos y 13.000 desplazados. Hay 24 municipios inundados y todos los ríos de la región se han desbordado. Ha caído en 36 horas la lluvia de seis meses.
Muchos vecinos se vieron bloqueados y obligados a refugiarse en los tejados de sus casas. Faenza, una parte de Cesena y Forlì y muchos otros grandes centros habitados quedaron bajo el agua. En algunas zonas, el agua subió en pocos minutos, llegando incluso a los primeros pisos de las casas. Algunos distritos de Bolonia han quedado sumergidos y se ha declarado también ele stado de emergencia en Rímini.
Además, según el ministro de Protección Civil, Nello Musumeci, 50.000 personas se quedaron sin electricidad. “Nada será como antes, porque este proceso de tropicalización que está subiendo de África afecta ahora también a Italia”, añade Musumeci.
Las lluvias obligaron a anular ayer el Gran Premio de Fórmula 1 previsto este fin de semana.
El coronel Paolo Capizzi, del servicio de meteorología del ejército del aire, asegura que la repetición de fenómenos meteorológicos extremos “puede ser consecuencia del cambio climático en curso”.
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